La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido en su
lista de actividades cancerígenas el nacer y el respirar. Para tomar esta trascendental
decisión se han basado en unos contundentes informes científicos a los que
hemos tenido acceso en exclusva.
Un reciente estudio del Tecnologic Institute of Lepe demuestra con absoluta rotundidad que
respirar puede causar cáncer. Científicos de este prestigioso centro americano dirigidos
por el afamado urólogo japonés Tetoko Tunabo han llegado a esta sorprendente
conclusión tras años de infinidad de experimentos.
Los trabajos de campo consistieron en seleccionar un grupo
de voluntarios de la cercana localidad de Getafield. La muestra estaba
compuesta por individuos de ambos sexos, diferentes edades y variados estados
de salud. El experimento consistió en dividir a los voluntarios en dos grupos.
El primero continuó su vida normal y el segundo era introducido en una cápsula
hermética al vacio durante varios días.
Los resultados del experimento eran siempre coincidentes. Los
individuos introducidos en la cápsula al vacio aparecían siempre muertos pero,
por suerte para ellos, no habían desarrollado en ese lapso de tiempo síntomas
de ninguna patología cancerígena nueva. Sin embargo, en el grupo de individuos que seguía su vida normal,
siempre aparecía al cabo de un tiempo algún elemento que desarrollaba algún
tipo de cáncer.
El experimento se repitió infinidad de veces aunque se tuvo
que echar mano de otra localidad cercana, Gily City, porque en Getafield
quedaban ya cuatro gatos. No obstante el resultado siempre era
sorprendentemente el mismo, lo que llevó al equipo investigador a publicar su
irrefutable teoría de que respirar está detrás de la práctica totalidad de
cánceres conocidos.
Por otro lado, el equipo investigador de la Arrikitown
University, sigue otra línea de investigación diferente. Afirman que es muy
probable que pueda existir una relación entre el cáncer y el hecho de nacer. En
efecto, el equipo que dirige el prestigioso patólogo nigeriano Akiguele Afritanga,
sostiene que el 99.9% de los casos de cáncer se dan en personas que han nacido
por lo que este hecho está sin duda íntimamente relacionado con la aparición de
la enfermedad. Para corroborar sus tesis este equipo está seleccionando un
grupo de personas que no han nacido todavía y está elaborando un plan de
seguimiento para controlar sus patologías. Se estima que en unos meses elevarán
a definitivas sus hipótesis.
Los expertos de la OMS, por tanto, aconsejan a las personas
humanas no nacer y, caso de ser ya imposible, intentar no respirar. Si su
médico de familia comprobara que la ausencia de oxígeno en el organismo causara
molestias de algún tipo, le recomendará dosificar la respiración al mínimo
posible. Pero ante todo, las autoridades demandan prudencia y tranquilidad a la
población mundial porque todo está bajo control y en manos de los mejores
expertos.