LAS VACACIONES DE NUESTROS POLÍTICOS

• El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha paralizado de momento su proyecto de reforma de la Constitución y se va a centrar estos días en otra reforma mucho más urgente y decisiva: la de su cuarto de baño. Aprovechando unos días de vacaciones y que su cuñado está en el paro, ha tomado la difícil decisión de acometer una ambiciosa y profunda reforma de su cuarto de baño instigada por su esposa y apoyada por su suegra. La remodelación consistirá en hacer compatible un nuevo plato de ducha con un avanzado modelo federal de alicatado en el que encajen todos los azulejos, salvando la financiación de la grifería monomando. En declaraciones exclusivas, Pedro Sánchez nos ha confesado al poco de empezar la obra: “Si lo sé, me quedo con la reforma constitucional y le dan por culo al cuarto de baño”. Y es que el líder socialista se ha encontrado con otro problema adicional, la gran cantidad de escombro que está saliendo. “Lo llevaré al Senado como hacemos con todo lo que ya no nos sirve, allí no se enteran de nada”.

 

• Pablo Iglesias trabajará durante dos semanas de agosto como reponedor en un supermercado venezolano. De esta manera, dará cumplimiento a la reciente sentencia firme de la Audiencia Nacional que le impuso tal pena tras la denuncia de Manos Limpias ante la fiscalía. Recordemos que esta organización acusó al líder de Podemos de ser el culpable del desabastecimiento de las tiendas en Venezuela y solicitaba una pena de arresto domiciliario o de trabajos sociales. El juez ha estimado las pretensiones de la acusación y Pablo Iglesias deberá cumplir la sentencia de manera inmediata. Según nos ha contado el propio interesado, llevará a cabo esta insólita pena en un establecimiento de Caracas de la cadena Supermercados Bolivarianos, una de los más populares del país sudamericano. El mismo Eduardo Inda se ha ofrecido al juez para realizar un informe in situ sobre el cumplimiento efectivo de la sentencia por parte de Pablo Iglesias. Mientras tanto, Paco Marhuenda permanece estupefacto en un plató cualquiera de televisión a la espera de otra tertulia.

• Mariano Rajoy, por su parte, estará la segunda quincena de agosto currando como camarero en un chiringuito de la playa de la Carihuela en Torremolinos. Lo hará de incógnito y su experiencia servirá para grabar un nuevo capítulo del programa “Jefe Infiltrado” que se emitirá proximamente en TV. Le harán un contrato a tiempo parcial pero su jornada habitual pasará de las 12 horas al día, sin apenas tiempo para comer. Cobrará parte del sueldo en dinero negro, algo que no pillará por sorpresa al Presidente del Gobierno, y no tendrá ningún día de descanso ni podrá ponerse enfermo durante su contrato. Vivirá de alquiler en un pequeño piso sin aire acondicionado junto a otros 5 trabajadores en precario como él. Al final de la quincena nos contará su experiencia, el dinero que ha podido ahorrar y su opinión ahora sobre la situación económica española y la calidad del trabajo que se crea en España. Las peripecias de Rajoy también se podrán seguir online y en tiempo real en la web SeFuerteMariano.com.

• Mientras tanto, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, continúa su triunfal gira iniciada a primeros de mes. En su última corrida le cortó las dos orejas y el rabo a Púnico, un gran toro de la afamada ganadería madrileña de Los Genoveses. La cosa empezó medio en broma una tarde en una tertulia televisiva en la que también estaba el diestro Francisco Rivera. Hablando de toros, descubrieron que eran parientes lejanos y que el político catalán era un gran aficionado a la tauromaquia y había hecho ya algunos intentos con el capote. Gracias a Rivera Ordóñez, Albert Rivera tomó la alternativa en la plaza de toros de Ronda el dos de agosto y estará todo el mes toreando sin parar en las mejores plazas españolas. Los críticos taurinos dicen del Naranjito que ofrece un toreo moderno, fresco, atrevido, que se maneja de manera impecable tanto con la derecha como con la izquierda y que consigue un gran pacto con cada toro que tiene que lidiar. En septiembre se cortará la coleta, y tendrá que tener cuidado que no le den una cornada en las próximas elecciones catalanas.