GRECIA Y LA UE SIGUEN NEGOCIANDO

Tsipras contándole un chiste a Varoufakis

En el momento de redactar este artículo, Grecia y la Unión Europea aún no han sellado un acuerdo que permita al país heleno afrontar su crítica situación económica con el respaldo de la comunidad internacional. A pesar de las concesiones de Tsipras, sus socios europeos quieren más. En concreto exigen al primer ministro griego que baile un sirtaki enfundado en un traje típico griego, que haga 50 flexiones en un minuto y que sin descanso alguno, haga el pino con las orejas.
Mientras Tsipras se lo piensa, su ministro de economía Yanis Varoufakis, sigue haciendo gala de su obsceno populismo y ha sido visto en Bruselas tomando un taxi, bebiendo una cerveza belga de la buena y piediendo una ración de gambas en una terraza. Está claro que a este dirigente le preocupa bien poco la situación límite de su país y sigue viviendo a todo trapo.
Para Christine Lagarde, gerente del FMI, la única excusa que tienen los de Syriza es que la deuda y la grave crisis griega la generaron los anteriores gobiernos socialista y popular de Grecia a los que deberían haber fiscalizado. "Qué si no, se iban a enterar estos perroflautas..." ha concluído Lagarde.